Conociendo Rusia: Pop‑rock argentino entre nostalgia, guitarra y modernidad

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4/5/20255 min leer

Un nombre cargado de misterio y propósito musical

Desde el primer acorde, Conociendo Rusia se presenta como un ejercicio de introspección y exploración sonora. Nacido como proyecto en 2018 en Buenos Aires, liderado por Mateo Sujatovich (apodado “el Ruso”), el nombre recoge una herencia personal: no solo sus raíces familiares (apellido eslavo), sino también su deseo de revelar un universo íntimo cargado de emociones, sonidos y recuerdos. Conociendo Rusia no es una banda tradicional sino una experiencia estética: refundar la canción argentina desde una mirada joven, consciente y arriesgada.

Mateo Sujatovich no entra al escenario con una identidad prefabricada: lleva el rock argentino en sus genes (su padre, Leo Sujatovich, fue tecladista de Spinetta Jade), pero su voz tiene tintes modernos, rasgos de balada urbana y un discurso emocional que conecta con la melancolía contemporánea.

Primeras huellas: Conociendo Rusia (2018)

El álbum homónimo debut de 2018 es una obra breve pero contundente: siete canciones impecables producidas por Nicolás Btesh y Juan Armani. En temas como Juro, Lo que pasó o La Puerta, se combinan piano, beats electrónicos y fraseos vocales cargados de introspección. Es música que suena arrabalera y urbana, nostálgica y enérgica al mismo tiempo.

Desde ese primer lanzamiento, el proyecto dejó claro su norte: unir tradición con sensibilidad contemporánea, construir melodías movidas desde la guitarra acústica pero sin renunciar a un pulso moderno. La banda en vivo —con Nicolás Btesh en sintetizadores, Guille Salort en batería y Fran Azorai en teclados— ya mostraba identidad y solvencia desde el debut.

Cabildo y Juramento (2019): escalada conceptual y crítica

El segundo disco llegó pronto y con ambición. Cabildo y Juramento fue nominado a múltiples premios y reconocimientos, incluyendo Álbum del Año y Mejor Álbum Pop‑Rock. Era la primera confirmación de que Conociendo Rusia representaba una nueva forma de contar lo argentino sin caer en clichés.

El sonido se amplió: guitarras eléctricas, electrónica sutil, estructuras melódicas más completas. La canción Cabildo y Juramento resumía esa tensión entre lo urbano y lo emotivo. Desde Uruguay llegan reseñas que hablan de una «radiografía generacional», una obra que mira al pasado con homenaje pero pisa el presente sin miedo.

Ese disco los llevó a tocar en grandes recintos y festivales como Lollapalooza Argentina, Cosquín Rock y escenarios iberoamericanos, y comenzó su expansión internacional, especialmente en España y México.

2020–2021: pandemia, homenajes y La Dirección

La pandemia trastocó planes, pero no creatividad: en 2020 lanzaron el “E-World Tour”, una serie de conciertos virtuales que les permitió mantener la cercanía con su público y seguir distribuyendo nuevas canciones durante el aislamiento.

Ese mismo año produjo dos colaboraciones clave: No se borra, junto a León Gieco y Zoe Gotusso, como homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA; y Tu Encanto con Fito Páez, muestra de una generación que dialoga con la anterior desde el respeto mutuo.

En 2021 llegó su tercer disco: La Dirección, producido por Nico Cotton. Con este trabajo confirmaron madurez musical, estructura pop-rock refinada y narrativas introspectivas. Recorrer Argentina con una gira por salas y teatros, y presentar el disco en el Teatro Gran Rex con invitados como Fito Páez o Zoe Gotusso, fue una declaración de estatus.

Jet Love (2024): internacionalización desde la sensibilidad

En abril de 2024 salió Jet Love, su cuarto álbum de estudio, que profundiza en el desamor, la distancia y la crónica emocional del itinerario internacional. Temas como Cinco horas menos (con Natalia Lafourcade), Te lo voy a decir o Los aviones, transformaron el sonido en catarsis pop global. Obtuvo un Latin Grammy a Mejor Canción Pop-Rock por “Cinco horas” y nominación al Mejor Álbum Pop-Rock en la misma edición.

Este disco aumentó su impacto internacional: agotaron funciones en el Movistar Arena de Buenos Aires (12 000 personas), realizaron giras intensas por América Latina y Europa y trabajaron con Nathy Peluso, Drexler y Leiva, consolidando su sonido híbrido y vibrante.

En gira con Leiva y colaborando con artistas como Nathy Peluso o Jorge Drexler, Mateo expresó que los premios ayudan, pero no garantizan espectadores: su mayor motor es la música y la autenticidad del directo.

El sonido del presente: estética, banda y directo

En vivo, Conociendo Rusia combina precisión sonora con emoción cruda. Su puesta en escena del álbum Jet Love usa estética de aeropuerto (pista de aterrizaje como trasfondo), luces cálidas y cambios de setlist entre canciones bailables y momentos acústicos íntimos. La banda —Guille Salort (batería), Chechi De Marcos (coros/guitarra), Rodri Monte (bajo), Martín Allende (guitarra principal), Andy Elijovich (teclados)— funciona como un equipo sincronizado que da espacio a Mateo para narrar y conectar en directo.

Los shows suelen comenzar con temas de Jet Love como La dirección o Te lo voy a decir, intercalar clásicos como Cabildo y Juramento o Se me hizo tarde, y cerrar con un set acústico emocional: La luna, Montaña infinita o Se me hizo tarde en versión íntima. Esa alternancia entre intensidad y vulnerabilidad es clave en su crecimiento como artista.

Influencias, sensibilidad y legado generacional

Musicalmente, Sujatovich reivindica influencias claras: The Beatles, Luis Alberto Spinetta, Charly García, Fito Páez. Su forma de escribir canciones, su introspección vocal y su conexión afectiva con el pasado porteño son eco de esa tradición, pero resignificada en un lenguaje contemporáneo.

Su narrativa no es autobiografía literal, sino poesía emocional filtrada por fantasía y experiencia: sus canciones hablan de amor, nostalgia, identidad, movimiento y viaje, desde una mirada personal que se proyecta universalmente.

Premios, reconocimientos y proyección futura

Conociendo Rusia ha sido nominado a múltiples premios y Latin Grammys: su debut fue nominado a Mejor Artista Nuevo; Cabildo y Juramento compitió en Álbum del Año; La Dirección también fue nominado, y Jet Love ganó Mejor Canción Pop-Rock con “Cinco horas”. Además, colaboraciones como Pelo Suelto (con Elsa y Elmar) también fueron nominadas y premiadas. Estos reconocimientos refuerzan su estatus sin ser su ancla.

Su enfoque abierto a colaboraciones internacionales —con Drexler, Lafourcade, Nathy Peluso o Leiva— es reflejo de una ambición creativa global sin renegar de sus raíces.

Conociendo Rusia hoy: icono en crecimiento

Hoy, Conociendo Rusia se ubica como puntero del pop-rock argentino moderno. Con cuatro discos en menos de seis años, gira constante y una narrativa sonora coherente, ha logrado trascender el entorno independiente. Su música, aunque íntima, conecta en estadios, teatros y festivales con una hondura que pocas propuestas producen.

Mateo Sujatovich ha demostrado que puede convivir con su legado familiar sin depender de él, que puede crecer sin renunciar a la poesía y que puede universalizar su obra gracias a una autenticidad que no se devalúa con el tiempo.

El futuro ya está en marcha

Con planes de gira global, exploración estética y nuevas canciones en camino, la evolución de Conociendo Rusia parece imparable. La pregunta no es si este proyecto llegará lejos, sino hasta dónde puede llegar si mantiene su coherencia: un artista que sabe a dónde va, que conoce su universo y, sobre todo, que canta desde el corazón.

Conociendo Rusia representa la renovación del pop-rock latino desde Argentina, con una voz que toma lo clásico como punto de partida, para construir un lenguaje emocional contemporáneo. Sus canciones combinan nostalgia con conflicto actual, indie con tradición porteña, melancolía con pulso danzante. Su crecimiento —desde su disco debut hasta el éxito masivo de Jet Love— lo sitúa como uno de los referentes creativos más sólidos de la escena actual.

Un grupo que es, a la vez, metamorfosis y manifiesto. Que escribe su historia sin dejar de mirar al futuro, y que demuestra que en la música argentina sigue habiendo espacio para la sorpresa, la emotividad y la conexión humana. Conociendo Rusia, una vez que lo conoces, no olvidas.