Enrique Bunbury: del mito de Héroes del Silencio al eterno viajero del rock que vuelve a Barcelona

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6/4/20256 min leer

Barcelona se prepara para recibir, el próximo 18 de septiembre, a una de las figuras más icónicas del rock en español: Enrique Bunbury. El zaragozano, que lleva más de tres décadas de carrera y cuya voz se ha convertido en un símbolo generacional, ofrecerá un concierto que promete ser mucho más que un repaso a su repertorio: será un reencuentro con su público, un ritual compartido, una celebración de resistencia y reinvención.

Pero hablar de Bunbury es hablar de un artista que nunca se conformó con el molde que le ofrecieron. Desde sus días como vocalista de Héroes del Silencio, hasta su etapa solista en constante transformación, Bunbury ha construido una trayectoria única. Hoy, mientras anuncia su regreso a los escenarios tras años complejos y de silencio autoimpuesto, conviene detenerse y repasar la historia de un músico que, como pocos, ha sabido trascender épocas, géneros y etiquetas.

Los primeros acordes: Zaragoza, adolescencia y sueños eléctricos

Enrique Ortiz de Landázuri Izarduy nació en Zaragoza en 1967. Desde muy joven, la música formó parte de su vida, primero con el piano y luego con la guitarra. La adolescencia lo encontró fascinado por el rock británico de David Bowie, Lou Reed, The Beatles y The Rolling Stones, influencias que más tarde se fusionarían con su propio instinto teatral y una búsqueda personal de identidad.

Antes de convertirse en Bunbury, pasó por pequeños proyectos musicales como Apocalipsis o Zumo de Vidrio, donde empezó a dar forma a su carisma en el escenario. En aquellos años de efervescencia juvenil, Zaragoza no parecía ser el lugar destinado a exportar estrellas internacionales del rock, pero la historia estaba a punto de cambiar.

Héroes del Silencio: la banda que conquistó Europa

En 1984 se forma Héroes del Silencio, con Enrique como vocalista y Juan Valdivia en la guitarra. La banda emergió rápidamente como un fenómeno en España gracias a su primer EP y el álbum “El mar no cesa” (1988). Con letras cargadas de simbolismo y un sonido que bebía tanto del rock gótico como del hard rock, conectaron de inmediato con una generación ansiosa de nuevas voces.

El verdadero despegue llegó con “Senderos de traición” (1990), un disco que no solo los catapultó al éxito nacional, sino también a escenarios europeos donde pocas bandas españolas habían llegado con tal impacto. Alemania, Bélgica, Suiza: los Héroes llenaban pabellones, convirtiéndose en embajadores del rock en castellano en tierras donde el idioma no era barrera.

Con “El espíritu del vino” (1993) y “Avalancha” (1995), Héroes del Silencio alcanzaron la cima. Su sonido se endureció, sus giras se volvieron mastodónticas y su nombre quedó grabado en la historia del rock iberoamericano. Pero la intensidad también cobró su precio: en 1996, tras tensiones internas y el desgaste de una década de éxito descomunal, la banda anunció su separación.

Ese mismo año nacía oficialmente Enrique Bunbury como solista.

Radical Sonora y Pequeño: el riesgo de empezar de nuevo

Si algo ha definido a Bunbury a lo largo de su carrera es su rechazo a repetirse. Cuando muchos esperaban que en solitario continuara con la fórmula de Héroes, decidió hacer exactamente lo contrario.

En 1997 publicó “Radical Sonora”, un álbum que sorprendió y desconcertó: guitarras industriales, bases electrónicas y un sonido influenciado por Nine Inch Nails y Depeche Mode. El público quedó dividido, pero Bunbury había dejado claro que no estaba dispuesto a ser prisionero de su pasado.

Dos años después, con “Pequeño” (1999), dio un giro radical hacia sonoridades latinas y acústicas, incorporando bolero, tango, ranchera y flamenco. Lo que pudo ser un suicidio comercial se convirtió en un renacer artístico. Canciones como “El extranjero” o “Infinito” abrieron la puerta a una nueva etapa: la del explorador sonoro.

Flamingos y el nuevo siglo: un camaleón en constante movimiento

Con el nuevo milenio, Bunbury se consolidó como referente. “Flamingos” (2002) fue recibido con entusiasmo: rock, experimentación y un lirismo poético que lo acercaba al Bowie ibérico. Luego vendría “El viaje a ninguna parte” (2004), un ambicioso álbum doble en el que desplegó influencias de todo el continente americano.

En estos años, Bunbury se consolidó como un artista de culto y al mismo tiempo masivo. Sus giras llegaban a Latinoamérica con enorme repercusión, y en México —donde hoy es venerado como un ídolo nacional— encontró un público tan entregado como en España.

El ciclo continuó con “Hellville de Luxe” (2008), de espíritu más rockero, y “Las consecuencias” (2010), sombrío y minimalista. Luego llegaría “Licenciado Cantinas” (2011), un homenaje a la música latinoamericana que demostraba, una vez más, su capacidad para reinterpretar géneros con identidad propia.

El showman magnético

Hablar de Bunbury en vivo es hablar de magnetismo. Con su figura delgada, su voz grave y versátil, y su capacidad para dominar el escenario, cada concierto se convierte en una experiencia ritual. Su estilo vocal, a medio camino entre la teatralidad de Bowie y la intensidad de Morrison, sumado a su lírica cargada de metáforas, lo han convertido en un icono escénico irrepetible.

Barcelona ha sido testigo de esta fuerza en numerosas ocasiones: desde los años noventa con Héroes, hasta sus grandes giras solistas en el Palau Sant Jordi y el Liceu. El próximo 18 de septiembre será una nueva página en esta historia compartida.

El paréntesis: la enfermedad y el retiro

En 2022, Bunbury sorprendió al anunciar su retiro de los escenarios debido a problemas de salud relacionados con su voz y su sistema respiratorio. Para muchos fans, parecía el final de una era. Sin embargo, el zaragozano nunca dejó de crear.

En esos años publicó álbumes como “Curso de levitación intensivo” (2020) y “Greta Garbo” (2023), discos más introspectivos que reflejaban su madurez artística. Y aunque la gira quedó suspendida, el mito de Bunbury siguió creciendo: el artista que, incluso en silencio, sigue marcando la pauta del rock iberoamericano.

La noticia de su regreso a los escenarios en 2025, por tanto, no es solo un anuncio de gira: es un renacimiento.

Barcelona 2025: más que un concierto, un reencuentro

El 18 de septiembre de 2025, Enrique Bunbury volverá a Barcelona en un concierto que promete ser histórico. Será una cita en la que los fans podrán escuchar clásicos inmortales como “Lady Blue”, “Sí”, “El extranjero” o “Aunque no sea conmigo”, combinados con canciones más recientes que muestran su constante evolución.

El público catalán, que ha acompañado al músico en cada etapa de su carrera, vivirá un espectáculo cargado de simbolismo. Después de la pausa forzada por la enfermedad, verlo sobre el escenario será también una declaración de resistencia: la música como espacio de sanación y comunión.

Un artista de generaciones

Enrique Bunbury no es solo el exlíder de Héroes del Silencio ni el solista exitoso que reinventa géneros: es un símbolo generacional. Su música ha acompañado a quienes crecieron en los 90, pero también sigue captando a nuevas audiencias que descubren en él una voz diferente a lo habitual en la industria.

Su influencia atraviesa el rock, el pop alternativo, el indie latino y hasta la música urbana, donde su lírica ha sido reivindicada por artistas jóvenes. Esa capacidad de seguir siendo vigente, incluso en un panorama dominado por otros géneros, habla del peso específico de su obra.

La historia de Enrique Bunbury es la historia de alguien que nunca quiso quedarse quieto. Del joven zaragozano que soñaba con guitarras eléctricas, al vocalista de Héroes que conquistó Europa; del solista experimental que arriesgó con electrónica y boleros, al poeta que encontró en México un segundo hogar.

El 18 de septiembre de 2025, Barcelona no solo recibirá un concierto: recibirá el regreso de un artista que ha hecho de la transformación su bandera. Bunbury vuelve con la misma intensidad con la que siempre vivió la música: sin concesiones, sin miedo al riesgo, con la certeza de que la única manera de sobrevivir es reinventarse.

Para sus fans, será una noche de celebración y reencuentro. Para la historia del rock en español, otro capítulo imprescindible en la vida de un músico irrepetible.

📌 Enrique Bunbury – Barcelona
🗓 18 de septiembre de 2025
📍 Palau Sant Jordi
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