James: Los alquimistas del indie británico que sobrevivieron al tiempo y al silencio

EDITORIAL

3/1/20253 min leer

En el panteón del rock británico, donde muchos nombres se apagaron tras una década y otros fueron devorados por la maquinaria del hype, James es una anomalía hermosa. Nacidos en el contexto efervescente del post-punk de los años 80 en Manchester —la misma ciudad que dio vida a Joy Division, The Smiths y New Order—, James supo construir una identidad propia: espiritual, intensa y emocionalmente expansiva.

Los comienzos místicos en Manchester

La banda se formó en 1982, cuando el entonces estudiante de filosofía Jim Glennie (bajo) conoció a Paul Gilbertson (guitarra). La llegada de Tim Booth, un estudiante de teatro con carisma enigmático, terminó de delinear la fórmula. Al principio fueron una banda de culto, con letras crípticas y una devoción casi religiosa por la improvisación. Se hacían llamar Model Team International, luego Venereal and the Diseases, y finalmente James, un nombre sencillo pero cargado de personalidad.

El respaldo de Morrissey y los días con Factory

En 1983 firmaron con Factory Records, el legendario sello de Tony Wilson, y comenzaron a circular en la misma órbita que The Smiths. De hecho, Morrissey los adoraba: los invitó a abrir varios shows de The Smiths y los definió como “la mejor banda de soporte que hemos tenido”. A pesar del apoyo, su relación con Factory fue breve, debido a la falta de dirección comercial.

En 1986, luego de algunos EPs como “Jimone” y “James II”, decidieron firmar con Sire Records, un sello con más proyección internacional.

Gloria noventosa: la era de Gold Mother y Laid

El gran salto vino en 1990 con el disco “Gold Mother”, que contenía himnos como “Come Home” y la ineludible “Sit Down”, una canción que se transformó en un canto de comunión en festivales, de los más coreados en Glastonbury y Reading. Este álbum marcó su transición del circuito alternativo a las grandes ligas del britpop primigenio, antes de que Oasis y Blur dominen el juego.

Le siguió “Seven” (1992), con una producción más épica y tintes místicos, pero el verdadero punto alto llegó en 1993 con “Laid”, producido por Brian Eno. El sonido cambió: más íntimo, más sexual, más psicodélico. “Laid” (la canción) fue un hit inmediato en EE.UU., especialmente en los círculos universitarios, y el disco los convirtió en una banda de culto global.

Brian Eno, además, consideró a James como una de las bandas más creativas con las que trabajó, lo cual no es poco viniendo del productor de Bowie, Talking Heads y U2.

Crisis, mutaciones y silencio

A fines de los 90, James entró en un terreno difícil. Álbumes como “Whiplash” (1997) y “Millionaires” (1999) contenían joyas (“She’s a Star”, “Tomorrow”), pero no lograban el mismo impacto comercial. Las tensiones internas aumentaron y, en 2001, Tim Booth anunció su salida. El show de despedida en MEN Arena fue épico y emotivo. Durante los años de silencio, Booth lanzó material solista, e incluso actuó (sí, fue el misterioso visionario de Batman Begins).

Renacimiento inesperado

Contra todos los pronósticos, James regresó en 2007. El álbum “Hey Ma” fue una sorpresa: maduro, con mensajes antibélicos (“Hey Ma” alude directamente a la guerra de Irak) y con un Booth en plena forma vocal. Desde entonces, la banda no ha parado de sacar discos relevantes: “La Petite Mort” (2014), “Girl at the End of the World” (2016) y “Living in Extraordinary Times” (2018), todos cargados de energía política, espiritualidad y sensibilidad pop.

En 2021, lanzaron “All the Colours of You”, producido por Jacknife Lee (U2, R.E.M.), donde abordaron temas contemporáneos como la pandemia y la polarización social con una frescura envidiable. En 2023 celebraron sus 40 años con una gira y un disco orquestal, “Be Opened by the Wonderful”, donde revisitaron su catálogo junto a una orquesta sinfónica y un coro gospel. ¿El resultado? Críticas excelentes y salas agotadas. A día de hoy, James es una banda intergeneracional. Sus conciertos son experiencias casi catárticas, con momentos de baile frenético y otros de introspección total. Booth, con más de 60 años, baila como un chamán poseído, y su voz sigue siendo única: frágil y poderosa a la vez.

Legado

Más que una banda de “grandes éxitos”, James representa una forma de entender el arte como experiencia emocional total. En un mundo de inmediatez y algoritmos, ellos siguen construyendo discografía coherente, con letras que hablan de amor, muerte, redención, política, trascendencia. Su legado no se mide solo en ventas, sino en conexiones humanas profundas. James no solo sobrevivió a la era de las modas. La trascendió.

Se estarán presentando el 18/07/2025 en Les Nits de Barcelona 2025, organizado por Clipper’s Live, es un ciclo de conciertos que tendrá lugar en julio de 2025 en los emblemáticos jardines del Palacio de Pedralbes de Barcelona.